Segundo partido de liga el disputado el pasado domingo con amenaza de lluvia aunque la climatología respetó al menos a primera hora de la jornada.
El encuentro comenzó con bastante ritmo, el rival con una media de edad bastante baja imprimía velocidad al juego aunque de una forma bastante deslavazada, eso provocaba cierta incomodez al Osaka que prefería un juego más pausado y con más control del balón, ese ida y vuelta beneficiaba sin duda a las piernas frescas del Legazpi Blacks.
De esta forma avanzaban los minutos y cada vez la portería de Sergio era más acosada hasta que el rival la perforó y puso el 1-0.
El equipo osakeño con la motivación de remontar se puso las pilas y empezó a atacar más en serio y a generar ocasiones y con Gerardo en plan "killer" fue minando la defensa rival, el propio Gerardo de jugada maradoniana y Javi de fuerte chut dieron la vuelta al marcador con sendos goles.
Pero con un juego tan ofensivo no se puede cometer fallos en las fases de creación porque te pillan desguarnecidos en defensa, el rival lo aprovechó para empatar a dos.
Todo estaba muy igualado y la segunda parte iba a ser dura y competida.
La segunda mitad comenzó igual con ritmo, el Osaka intentaba tener posesión y mover la pelota pero no había fluidez, el rival presionaba bien y dificultaba al Osaka provocándole errores y pérdidas en zonas peligrosas, aunque de nuevo el pichichi Gerardo anotó en una buena contra lanzada por José Mari 3-2.
El partido entró en un correcalles de ida y vuelta en la que los chavales del Legazpi se encontraban a gusto y en un robo de balón a la contra lograron otra vez empatar a 3 tantos.
Los minutos corrían y la balanza no caía de ningún lado.
El equipo osakista empezaba a estar escaso de gasolina, se notaba en la velocidad y sobre todo en defensa donde llegaba muy justo, aun así en una buena triangulación al primer toque Gerardo anotó el 4-3.
No quedaba mucho tiempo había que defender pero las piernas osakistas no respondían, el equipo contrario seguía revolucionando el partido con idas y venidas y en una de esas empató a falta de muy pocos minutos.
Todo se precipitó y revolucionó, decisiones también condicionadas por cierta presión por ganar.
Los últimos minutos con cierto caos, el Osaka pone en la pista a José Mari de portero jugador pero apenas se consigue jugarlo bien, demasiado desorden que le cuesta caro al equipo porque en la última acción se pierde un balón en la medular y se encaja gol puesto que no había portero en la portería.
Pitido final y tres puntos que vuelan.
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