Partido con temperatura gélida el celebrado el domingo pasado, en está ocasión nos tocaba jugar contra el actual líder de la clasificación que demostró porque está en esa posición.
El equipo se presentaba con el plantel bastante rejuvenecido con ausencias de algunos de los veteranos.
Pero el equipo salió a competir y tratar de tú a tú al rival.
Demasiada confianza o relajación para hacer regalos que contra un rival motivado y en buen momento de forma se convierten en goles en contra, así visto y no visto en el minuto 10 ya íbamos dos goles abajo.
En los siguientes minutos y ya con las primeras rotaciones desde el banquillo el partido se equilibró algo, el ritmo del juego se moderó y el Osaka tuvo oportunidades para anotar algún gol pero no hubo el acierto necesario y así se llegó al descanso.
La pausa sirvió para hablar con tranquilidad y analizar ciertos detalles a mejorar para intentar darle la vuelta al resultado.
El equipo salió concentrado sabiendo que atacar cuesta abajo era mejor, jeje.
Pero no se pudo evitar lo más importante para estos primeros minutos de la segunda mitad que era no encajar el tercer gol que nos alejaba en demasía de meternos en el partido por resultados.
Pero es que además con 3-0 abajo fallamos un penalti y eso en partidos con equipos que conceden tan poquitos errores y que defienden bien, es un error imperdonable.
Que lo único que te genera es bajar los brazos y eso te cuesta encajar otro gol y quedarte al final del partido con un 4-0 sin opción de ningún tipo.
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