Jornada de domingo volviendo a la normalidad en varios aspectos, con un solo partido porque nos estábamos acostumbrando a doble enfrentamiento y volviendo también a lo que parece más habitual en esta temporada que son las derrotas sin paliativos.
El rival era Palacios colocado en la zona alta de la clasificación con una plantilla bastante remozada esta temporada.
El encuentro comenzó con la iniciativa del rival que dominaba casi todas las fases del juego, la verdad es que fue la tónica general del partido, controló la posesión de balón cuando quiso, la velocidad de movimientos con rápidas y peligrosas acciones ofensivas, presión alta en campo rival, con intensidad y dureza suficiente en los duelos individuales.
En fin cuando nos dimos cuenta ya ganaban por 2-0 y no se atisbaba ninguna reacción osakeña que pusiera en aprieto el discurrir del partido. Así llegamos al descanso.
En la segunda parte ellos con el trabajo casi hecho salieron controlando y frenando la circulación de balón, como el Osaka no presionaba Palacios no tenía prisa. No había cambio de velocidad, faltaba la chispa de una quinta marcha, un puntito de mala leche, lo que viene siendo estar espabilados.
Todo iba a favor de ellos, además el Osaka que tenía la pólvora mojada hizo internacional al veterano portero rival que tuvo varías paradas de mérito.
Solo el rival tembló durante unos minutos cuando los osakistas tirando de garra echaron el resto llegando a provocar un penalti con expulsión que hubiera supuesto acercarse en el marcador y meterse en la pomada pero...no se convirtió en gol y ahí se esfumó toda oportunidad.
Palacios se rehízo aprovechó la desguarnecida defensa osakeña para anotar otro par de goles, su portero siguió interviniendo y solo muy al final en un tiro de Ricki que tocó en un defensa evitó el cero osakista en el luminoso.
Derrota 4-1.
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