Partido de la cuarta jornada aunque para nosotros era el segundo contacto con la nueva normalidad.
Sin mucha historia porque desde el inicio el conjunto osakista empezó haciendo regalos que el rival mucho más intenso y rodado no perdonó.
Hubo alguna fase en la que el Osaka si consiguió realizar combinaciones y construir ocasiones de gol, pero enseguida se veían carencias sobre todo en defensa pero también en velocidad, en colocación y en el fondo físico.
En definitiva volvimos a recibir una buena paliza en el marcador, derrota contundente por 8-2
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