"Ningún jugador es tan bueno como todos juntos".
Alfredo Di Stefano.


"Jugar al fútbol es muy fácil, pero jugar fácil al fútbol es lo más dificil que hay".
Johan Cruyff



18 de enero de 2024

Lacrónica: "Demasiado correcalles"

 Y volvimos del parón navideño para jugar la jornada 9 con el típico frío invernal.

Afrontábamos un partido que sabíamos complicado nada más ver que en el banquillo rival no había sitio suficiente para que se sentaran todos los jugadores, parecía un equipo de fútbol 11.

De antemano la buena clasificación de equipo Los Sedientos ya quería decir algo, aunque fueran debutantes en esta competición.

El partido comenzó tranquilo, pero a las primeras de cambio empezó a acelerarse, los dos equipos dejaban jugar al rival, poca intensidad en defensa.

El rival en ataque jugaba sin prejuicios, arriesgando y encontrando las lagunas defensivas osakeñas. Anotaron 1, 2 y hasta 3 goles para conseguir una distancia considerable en el marcador.

Pero es que en ese transcurso, el Osaka tuvo varias ocasiones para anotar y no lo consiguió por falta de acierto, suerte y el portero rival. 

El problema para el Osaka es que el partido cada vez se volvía más loco, había espacios en las dos porterías y las defensas se deshacían, los porteros intervenían muchas veces, era casi como un combate de boxeo con los brazos abajo.

Finalmente el Osaka consiguió anotar antes del descanso para llegar con 3-1 abajo, fue Gerardo en una internada por derecha.

La sensación es que con un poco más de acierto un empate mínimo sí que hubiera sido justo, aunque nuestro portero Félix también tuvo intervenciones de mérito.

Tocaba intentar la remontada, la segunda parte siguió siendo un correcalles, para un lado y para otro, aunque tal vez el equipo osakista en los primeros 10 minutos controló más la posesión de balón, combinó mejor y sacó la experiencia a relucir.

Gracias a esas buenas jugadas se fueron anotaron goles; fueron parecidos, triangulaciones que terminaban dejando un balón para chutar sin oposición desde dentro del área.

Primero Alfredo y Santiago, por partida doble, pusieron el empate a 4 y la incertidumbre en el equipo rival.

Durante algunos minutos los chavales (porque hay que decir que el más mayor tenía 22 añitos), perdieron el sitio y las dudas les inundaron, en ese tiempo los osakistas tuvieron alguna ocasión para adelantarse en el marcador pero no lo consiguieron.

Eso le dio oxígeno al rival, que anotó a la contra, robando y cogiendo desguarnecida a la defensa osakeña.

Literalmente el equipo se desfondó y lo pagó en los últimos minutos, para encajar una derrota más.

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