No estamos acostumbrados a ver perder al Osaka pero dos veces seguidas es mucho más raro en los últimos años, eso también demuestra el valor de la temporada realizada en la liga regular y también que los osakistas no son ni máquinas ni dioses.
El Osaka se presentaba con varios cambios respecto a la jornada anterior, bajas por lesión y por sanción.
Comienzo con saludos cordiales entre ambos equipos que solo se jugaban la honrilla de la victoria pues ambos están clasificados para las eliminatorias finales.
Aún así entre dos rivales de nivel siempre hay ganas de doblegar al contrario, son partidos intensos y motivadores.
Los osakistas salieron con la intención de clavar la defensa en la medular para evitar quedar encerrado en defensa, Los de la Nassa buscaban la velocidad y llevar el balón hasta sus puntas, hacía falta no perder la pelota en las transiciones y acabar las jugadas, eso no siempre se consiguió.
Tras unos minutos de intercambio de ataques el rival logró abrir el marcador muy importante en partidos tan igualados.
El Osaka tuvo entonces una fase más incisiva y con una combinación rápida logró el empate por mediación de Pedro.
Parecía que el partido podía tomar otro cariz pero el Osaka no estaba defensivamente mentalizado aunque se le esperaba. Volvió a encajar dos goles antes del descanso.
No había mucho que perder, así que en está segunda mitad la inercia de buscar la portería rival hizo que el partido se fuera abriendo poco a poco a medida que el cansancio iba cogiendo a todos.
Aunque el rival gozó de lagunas ocasiones claras, el peso ofensivo corrió a cargo osakista, dominio de casi todas las parcelas, pero claro todo era ya muy arriesgado.
Se consiguió acortar en el marcador con un penalty sobre Shin Man pero se volvió a encajar otro gol.
Con el resultado en contra de 4-2 llegaron unos minutos en los que se encadenaron varias ocasiones claras en las que los osakistas no tuvieron la pizca de suerte o acierto para haber cambiado el signo del encuentro, ellos se veían superados por el impetú atacante del Osaka, las incursiones llegaban por cualquier parte y solo la defensa a ultranza y el acierto de su portero evitaron el empate después de que Javi anotara el 4-3.
Con el Osaka jugando de portero-jugador llegó el 5-3 cuando pitaba el árbitro el final del choque.
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