Partido competido al máximo con alternativas en el juego y en el marcador, la mañana amenazaba lluvia que podía deslucir el juego, pero solo fue un amago.
Encuentro entre dos equipos que no dejaron de desplegar sus armas hasta el pitido final.
El Osaka planteó el partido desde el desconocimiento de un rival que apuntaba juventud y velocidad, esa falta de información por parte de los equipos contendientes es lo que convirtió el enfrentamiento en un bonito espectáculo, para algunos espectadores un partido como hacía tiempo que no se veía.
Aunque el conjunto osakista empezó ganando con una buena combinación en jugada de corner, el rival muy conjuntado a nivel colectivo supo cambiar el resultado. Pero sin dar su brazo a torcer los osakeños pusieron el empate antes del descanso, aunque el dominio y la pelota eran de los Diablos Rojos.
La segunda mitad empezó a otro ritmo, tal vez el rival quiso ganar el partido antes de meter gol, el caso es que el Osaka tuvo más espacios, logró robar ciertos balones y con la verticalidad de sus puntas dirigidos por Gerardo inclinaron la balanza del marcador, eso enrabietó si cabe más a los "chavales" que acosando el área de Sergio M. con portero-jugador lograron empatar a falta de muy poco tiempo.
Alguna decisión arbitral puso también los nervios a flor de piel y la rivalidad entre los dos equipos, cuando el partido suspiraba un saque largo del portero osakeño dejó la pelota franca para que Gerardo con un globo genial pusiera el 5 a 4, pero acto seguido y a la desesperada el rival encontró el gol del empate final, no hubo tiempo para más en lo que fue un justo resultado a un gran partido.
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