Partido igualado y muy disputado el celebrado el pasado domingo en la pista 2 exterior de La Fundi.
La mañana era fría pero soleada el Osaka se enfrentaba a uno de los equipos que estará seguro en los primeros puestos de la clasificación.
El Osaka presentaba una buena convocatoria para hacer frente a dicho rival.
Y también para rendir un sentido homenaje por el reciente fallecimiento de la madre de los hermanos Escolano. Los arlequinados por ello lucían brazaletes negros.
El primer pitido del árbitro fue para un emotivo minuto de silencio.
El segundo pitido sonó potente y seco anunciando el inicio de la contienda y efectivamente el choque comenzó trepidante con ritmo y velocidad, los osakeños bien colocados sobre la pista ocupaban los espacios, cerraban las líneas de pase y achicaban al balón. Los jugadores del Palacios tenían muchas dificultades para combinar y crear su juego colectivo. Estaban como sorprendidos.
El Osaka intentaba robar o provocar el error para salir en velocidad, dos o tres pases y acabar la jugada, el rival no conseguía cerrar sus espacios en defensa sobre todo las diagonales que trazaba la delantera osakeña.
Ellos no conseguían acercarse a la portería de Sergio gracias sobre todo a las ayudas defensivas.
El Osaka empezó a probar al veterano portero rival en esta primera parte tuvo varias intervenciones de mérito.
No pudo atajar un tiro seco de puntera a media altura que clavó Alfredo en un avance por el centro que la defensa rival no cerró esperando el pase. La celebración señalando al cielo no tuvo precio.
El partido entró en otra fase el rival amenazado espabiló sobre todo en ataque, empezó abriendo el balón a sus alas para luego buscar las incorporaciones por sorpresa desde atrás.
Todavía Palacios seguía defendiendo mal, su portero salvó que el marcador cogiera más diferencia.
Si perdonas lo pagas, antes del descanso ellos pusieron una velocidad más y consiguieron que el entramado defensivo del Osaka ya no fuera tan bueno, se empezaba a notar el desgaste físico al final lo lograron empatando antes del descanso.
Por momentos el partido se crispó en algunas fases donde había acciones con agarrones y brazos de por medio que el árbitro no tuvo en cuenta y que provocaron la subida de decibelios y demasiado ruido en el partido.
El segundo tiempo empezó similar ellos llevaban la iniciativa del juego, los osakeños corrían demasiado detrás del balón con el consiguiente desgaste, las ocasiones sobre la portería de Sergio se iban sucediendo, algún paradón y también algún balón que pasó rozando con algo de fortuna.
El partido entró en un toma y daca no había control en las transiciones, en una jugada los osakistas presionando al balón a punto estuvieron de robar pero al no lograrlo el rival en superioridad combinó con rapidez y anotó el 2-1.
Sin prisa pero sin pausa porque quedaban minutos pero en esas situaciones vuelan. El empuje osakista y no darse por vencido hasta el final fueron las alas que nos hicieron soñar con la victoria.
Los últimos 6 minutos iban a ser trepidantes, jugadas verticales que el rival no sabía como frenar el portero rival seguía enchufado, pero no pudo detener un tiro raso de cerca que anotó Alfredo para empatar y que volvió a mirar al cielo.
Había que seguir defendiendo ellos no se conformaban con el empate y atacaban, pero en un robo en defensa buena salida a la contra de Santi que cede a Raúl llegando por la izquierda chuta de puntera el portero rechaza sobre el centro área donde aparece Santi trastabillándose y medio cayendo consigue anotar el 2-3. Celebración muy sentida.
Quedaba poco pero todavía iban a pasar cositas(como dice el locutor), no mucho después el árbitro que no estuvo acertado señaló un riguroso penalti muy protestado a favor de Palacios, 3-3 al borde del final.
Pero todavía dio tiempo a una combinación rápida tras otro robo esta vez en ataque y que Raúl desde el borde del área anotó con la izquierda.
Agónico final ellos ya atacaban hasta con el portero había que dejarse todo el resto en defensa.
Por fin sonó el triple silbato. Final.
Dos remontadas hechas con garra para conseguir un triunfo dedicado.
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