El domingo pasado comenzó la fase de grupos del torneo municipal de copa.
El primer partido era contra un equipo del cual no teníamos referencias de enfrentamientos anteriores, así que había que enforcarlo con precaución.
El Osaka comenzó esperando a ver como jugaba el rival, que de aspecto destacaba por el tamaño de sus jovenes jugadores. Eran unos buenos "vigardos".
El choque en los primeros minutos tuvo un ritmo muy intenso, hasta algo desatado. Era dificil pensar que se pudiera mantener ese ritmo de juego durante la cantidad de minutos que quedaban. Pero eso si, el que más se benefició fue el "Madrid pastilla" que en uno de esos arrebatos sorprendió a la defensa osakista y se puso por delante en el marcador.
Tocaba remangarse y trabajar para cambiar el signo del partido.
Mediada la segunda mitad el Osaka empezó a ver las pequeñas fisuras del rival, a mover el balón con criterio de fútbol-sala, además el ritmo iba cediendo.
Llegaron los dos primeros goles osakistas en ataques rápidos a la contra finalizados con buenos "extrapass" y anotados de forma consecutiva por Diego. La cosa pintaba de otra forma cuando poco antes de la pausa en un balón perdido en propio campo el rival anotó el empate.
En la reanudación comenzaba un partido nuevo pero solo con 20 minutos a tiempo corrido.
En le descanso el equipo decidió el relevo en la portería, Nacho dejaba de jugar con las manos y pasaba a ocupar la portería Felisidis.
Luego vimos el acierto de esa decisión táctica, porque la portería siguió estando defendida eficazmente y en ataque ganamos en fortaleza y llegada.
Había que jugar y ganar, había que mantener la posesión y no perder el sitio, sobre todo en defensa.
Enseguida los osakeños encontraron los caminos para crear ocasiones y fueron anotando los goles, las contras muy verticales y rápidas realizadas sobre todo por Javi, Diego y culminadas por Nacho (hat trick) pusieron la diferencia en el marcador (5-2).
Ellos entraron en una fase de no tener nada que perder y "quemaron todas sus naves", tocaba fajarse en defensa en cada balón había que estar encima del rival y no dejar espacios claros, aún así anotaron el tercer gol en un tiro casi sin ángulo.
Algún que otro encontronazo y varios pelotazos después nos llevó al final de partido con la primera victoria osakista. Trabajado triunfo.
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