Derrota no prevista aunque si previsible.
Repasando la pelicula del partido y las situaciones que se fueron sucediendo durante los 40 minutos de juego hay detalles, lances y momentos para analizar y escribir un libro, de la misma forma que hay tantas opiniones como asistentes al partido.
Lo cierto es que el encuentro comenzó con cierta igualdad, el Osaka defendiendo con el sol de cara y con mucha lucha en media cancha entre los dos equipos para coger la iniciativa del juego.
El rival buscaba meter balones por el centro a su pivot de embergadura para luego abrir el juego a las bandas o girarse y embestir, sencillo pero efectivo.
El Osaka buscaba espacios mediante movimientos en diagonal en la nutrida defensa rival para combinar y acercarse a la portería contraria.
De esta forma trabajando mucho se abrió la lata a favor del Osaka en una combinación al espacio que Raúl no desaprovechó.
El partido seguía reñido el rival no se amilanaba y creó ocasiones algunas muy claras que Sergio desbarató.
La balanza del tanteador podía caer del lado de cualquiera de los dos equipos. Pero fue en una incursión de Alfredo por el eje central en pared con José que dejó el balón franco para que subiera el 0-2 al marcador. De todas formas el Osaka perdonó también algunas ocasiones muy claras
Llegó el descanso y las consignas y los ánimos florecieron. Nadie imaginaba la segunda parte que se le avecinaba al equipo.
El Font Villa comenzó apretando al inicio de esta parte, el equipo osakista no era capaz de mantener la posesión del balón y mucho menos crear peligro en ataque. El rival percibió esas debilidades y empezó a creer en sus posibilidades.
La defensa osakista se retrasó y juntó sus líneas pero díríamos que fue obligado por el empuje del rival. El peligro de asediarse es que el juego se desarrolló demasiado cerca de la portería de Sergio y es lo que ocurrió, 1-2 y las dudas e incertidumbres afloraron en el Osaka, durante algunos minutos parecía que la experiencia del equipo podía enderezar el rumbo, pero quedaba la sorpresa final.
Como dice el refrán: "Tanto fue el cantaró a la fuente que al final se rompió".
La pájara osakeña era obvia en la jugada del 2-2 el contrario parecía ir a velocidad normal y los osakistas a cámara lenta, pero no quedó todo ahí, como si fuera un boxeador apunto de doblar la rodilla el Osaka recibió el 3-2 en contra a pocos minutos para el final, el equipo estába grogi.
Momentos de precipitación en los que las decisiones no siempre son las correctas, aún así sacando el orgullo no se sabe bien de donde el Osaka en un arreón empató a tres, pero era un espejismo por querer buscar una victoria a la desesperada se encontró con una derrota merecida en los últimos segundos.
Por primera vez desde el comienzo de esta liga el Osaka no depende de si mismo para quedar campeón de la liga regular.
Lo mejor es que todavía quedan jornadas para decidir el grupo.
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