
El cielo a la hora del comienzo se tornó en un gris amenanzante de lluvia, los dos equipos realizaron un calentamiento largo y tenso, el rival con 12 jugadores y con un nutrido y escandaloso grupo de seguidores buscaba tal vez convertir el partido en una trifulca.
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Calentamiento en seco. |
El ritmo de juego y los movimientos de los jugadores se convirtieron en una lucha para no dar ventaja al rival, cualquier contrapie, frenazo o resbalón podía tener consecuencias en el tanteador.
El Kayser controlaba el balón intentando acorralar al Osaka poco a poco en su campo y en algunas ocasiones lo consiguió poniendo entre las cuerdas al equipo del "cholo" José Mari.
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Partido en mojado |


En la pausa ánimos y arengas de que el resultado era remontable y el rival ganable.
En la segunda mitad ya sin lluvia pero con el campo deslizante, el partido era muy disputado por los equipos en la zona medular y con pocas ocasiones claras en las porterías, pero un error de mala colocación defensiva costó el 3 a 0.
Parecía que podía ser un un paseo o una paliza para el Kayser, pero no fue así.
El Osaka volvió a sacar lo mejor de si mismo, apretó al rival en situaciones concretas y empezó a combinar con peligro, en una de esas jugadas pase en profundidad hacia José Marí que atrae la atención dentro del área y deja el balón para que Santi de derechazo clave por alto el 3 a 1, ese gol daba alas a los osakeños que iban a crecer en el juego y en el ánimo, los mejores minutos del Osaka estaban por venir.

Así llegó el 3-2 a falta de unos 6 minutos, movimiento de balón a la banda izquierda y Gerardo con derecha de tiro cruzado a la base del poste pone el segundo para el Osaka, tembló la afición contraria y el "mister" de ellos se enfadó.
Quedaba tiempo y apuramos la opción de portero jugador un par de minutos, en ese tiempo un "uñazo" raseado de Santi que el portero rival sacó "in extremis" pudo suponer el empate.
No había más solución que arriesgar jugando con 5 de campo y en las primeras jugadas el Osaka lo hizo bien moviendo con paciencia el balón de lado a lado hasta encontrar superioridad en el fondo, incluso con alguna ocasión desbaratada por el portero, pero cuando parecía que el empate podía llegar el Kayser metió el cuarto y ya no hubo forma de acortar la distancia, el tiempo se había acabado.
No pasamos de cuartos pero siempre nos quedará este equipazo que supo como competir hasta el final a pesar de no tener el mejor día. Siempre nos quedará el Osaka peleando por ganar y la sensación de que esta vez pudo haber sido.
Aunque al final lo celebramos con una sonrisa gracias al detalle de nuestro capitán "Felisidis" que trajo unos pasteles conmemorativos del campeonato liga realizados por su sobrina, muy ricos por cierto.
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