El domingo amanecía gris y mojado, parecía otro partido para aplazar pero a la hora del comienzo el cielo dió una tregua para que se pudiera inicar el partido aunque la segunda mitad pareció más bien patinaje.
El inicio fue sorprendente en la primera incursión del Osvam primer gol en contra pero quedaba mucho.
El Osaka cogio los mandos y empezó ha crear ocasiones, con el campo húmedo siempre el que tiene la pelota tiene las de ganar porque defender en mojado siempre es más complicado.
Además empezó a verse a Raúl rápido y enchufado de hecho fue el autor de 5 de los 7 goles que hizo el conjunto osakeño.
Pero antes de tomar distancia en el marcador el rival volvió a empatar a 2 y llegó al descanso con un 4-2 osakista que daba tranqulidad pero sin sentenciar.
Esta se produjo nada más comenzar la segunda mitad, la consigna en el descanso era no salir confiados ni timoratos para evitar que se acercaran en el marcador y nodar motivos para soñar al equipo rival.
Y se logró, el que dió el golpe fue el canterano Javi, gracias a ello la distancia en el marcador asentó el juego del Osaka y precipitó al rival que ya desesperado abrió sus líneas dejando muchos espacios que siguió aprovechando Raúl para llegar al 7-3 definitivo.
El tramo final con lluvia puso la cancha peligrosa y al rival también, con malos modos y un codazo a Félix, ello intentaban descentrar al Osaka que supo mantener la calma y defender con uñas y dientes contra el portero-jugador planteado por el rival.
Buen planteamiento táctico osakista de control y eficacia en el juego.
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